Esa mañana amanecí con Uds, despidiéndome de todo, primero Uds, luego el parque central, el capitolio, las guaguas, las calles, el polvo y el hollín habanero; Marianao, mi patria chica, mi barrio, mi casa, pasillos y azoteas vecinas, mis amigos, mi familia, mis padres, mi Habana, mi Cuba.
No me despedí del malecón, nunca podré. De esa mañana hoy hace diez años.
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