Burrón Azul

No conocí a Fabito, ni siquiera sé si le decían así. Una gran amiga mía es amiga de su padre. Y es muy curioso, porque años atrás yo estaba en casa de esta amiga cuando la llamaron y le contaron que se había muerto el viejo Fabio, el abuelo de Fabito. A esta altura es una obviedad aclarar que era mi amiga la que lo llamaba Fabito, y que yo sólo lo conocí con ese nombre.
Por ese año, el año de la muerte de Fabito, yo aun andaba con una cámara fotográfica colgada al cuello y empezaba a interesarme por el cine, más concretamente por la escuela de cine. De más está decir que mi amiga me había prometido así vagamente algún día presentarnos a Fabito y a mí; en ese momento apenas recordé que era el nieto del viejo Fabio. Un par de meses después, mi amiga me pide que vaya a su casa y consternada me cuenta: Fabito murió, Fabio está destruido. Resultó que a partir de ese momento no dejé de encontrarme con gente que había conocido a Fabito; y en mis míseros seis meses en el ICAIC fue un tema recurrente entre la gente joven. Yo me fui de Cuba y nunca conocí a Fabio.
Hace unos meses
ya que encontré el blog de Akekure, en medio de esa nostalgia, de ese gorrión violento; y si bien Akekure y otros que frecuentan esos lares son de una generación levemente desfasada con la mía, trato de mantenerme al tanto y tratar de recordar muñes que tal vez nunca ví. Al pasar un tiempo de andar por ahí, en una entrada Akekure descubre y recomienda (con todo el riesgo que entraña) el blog del Burrón Azul, que por aquel entonces empezaba a subir sus primeros videos. Recuerdo también una actitud muy digna de su parte (de Burrón Azul) al retirar unos comentarios sin que nadie se lo pidiera.
A menudo miro un poco los videos, algunos con el corazón hecho un giñapo, otros muerto de risa y algunos con rabia. Y quizás esta última ha sido la causa por la cual el blog (y por ende su versión en Youtube) no ha figurado como Link en estas pobres páginas. Hay frases suyas que me irritan y duelen, porque parecen pensadas con el hígado y no con la cabeza; a pesar de que (como contesté a algún mequetrefe en otro blog) no descreo que existan anticastristas
inteligentes y con buen gusto.
He tratado de ser muy cuidadoso a la hora de seleccionar que blog recomendar o no en estas páginas. Creo estar en mi derecho, de la misma manera que los blogs de la aparentes miembros de la UPEC sólo recomiendan blogs de la
aparentes miembros de la UPEC y los blogs con aparentes miembros de la FNCA sólo recomiendan blogs de los aparentes FNCA.
Me considero una persona bastante política. Decisiones que por ahí a cualquiera le podrían parecer una bobería a mi me cuestan, porque las tamizo y las retamizo. No estoy muy seguro de
poseer el tamiz correcto, pero me parece importante el acto, el análisis, la razón. Creo que puedo estar equivocado, y me gusta la gente que comparte conmigo esta creencia, pero esto no me impide seguir adelante y aplicando al mismo tiempo que formando mis principios (que por qué no, terminarán definiendo mis finales). Los absolutos son mascaras tras las cuales se esconden unos escualidos y asustadizos inseguros. Me considero también una persona bastante científica, y en epistemología me enseñaron que es una falacia dar por verdadero un enunciado universal.
No pretendo que se tome como una forma de altanería de mi parte, no soy ni mejor ni peor, sólo soy diferente, y no selecciono o recomiendo aquello que sea muy diferente de mí.
Pero hoy he pensado distinto, o al menos levemente. Hace un par de días la lola me ha escrito un mensaje que me ha gustado mucho, donde me decía que no importa si pensamos igual o no, sino que ambos seguimos con el corazón en Cuba.
Y hoy viendo un poco algunos videos en Youtube, me he sorprendido encontrando un video del Burrón Azul dedicado a Fabito. Hoy me vino a la mente su actitud digna de la otra vez, su dedicación subiendo y posteando videos que para muchos que estamos un poco mas allá de las 90 millas náuticas nos sería muy difícil conseguir, y su amistad con Fabito muy bien recordada en el video. Y he pensado que tal vez he exagerado un poco. Que puedo y me permito, a pesar de muchas de las cosas que nos separan al Burrón Azul y a mí, recomendar su videoblog en estas humildes páginas. No sin advertir que tiene un humor tan ácido como cubano, que no se calla nada, que no tiene pelos en la lengua y que además se la pisa. Que no pensamos igual respecto al futuro de Cuba pero que no me importa; su corazón está también en Cuba, como Fabito, como todos nosotros.

Cachita



Virgen de la Caridad, / que desde un peñón de cobre
esperanza das al pobre / y al rico seguridad.
En tu criolla bondad, / ¡oh, madre, siempre creí,
por eso pido de ti / que si esa bondad me alcanza,
des al rico la esperanza / la seguridad a mí.

Nicolás Guillén

¿Verdadero o Falso?

No me sorprendió, pues algo había leído sobre el "relanzamiento" del Ron "Havana Club" por parte de Bacardí, ver en CNN en español (canal del cual, sinceramente, no soy asiduo por muchas razones, la principal es que no veo Televisión, y de ahí se podrían desprender muchas más pero no es el objeto de esta entrada) a la periodista mexicana Gabriela Frías teniendo (o intentando al menos tener) una especie de dialogo con "alguien" (podríamos llamarla así, porque si dejo un espacio vacío como correspondería, no lo van a entender muchos), con una pobre chica jefa o directora de marketing de Bacardí. El asunto era simple, la pregunta de Gabriela más o menos así: -¿Por qué sacar un producto con una marca que ya existe, cual es el sentido si ya existe un producto similar con IGUAL marca en el mercado? -Y la tontita contesto algo así: -Nosotros tenemos los derechos de la marca en EEUU, por lo tanto podemos hacerlo, y creemos que podemos ofertar un producto premium, de calidad superior, que satisfaga las demandas del mercado de EEUU. -A lo cual Gabriela le contestó -No me has respondido mi pregunta, yo te pregunté por qué Bacardí decide sacar al mercado un producto que ya existe con la misma marca. -Y la burrita contesto: -Nosotros creemos que podemos ofertar un producto premium, de calidad superior, que satisfaga las demandas del mercado de EEUU y podemos hacerlo porque tenemos los derechos de la marca en EEUU. Gabriela, muy paciente, le explica a la niña, pobre, tontita, hijitadepapá: -Sí, entiendo, pero... que tal si nos salimos un poco de la empresa, digo, desde el punto de vista del marketing no parece ser recomendable esto de relanzar una marca que YA ESTA, que existe y tiene el reconocimiento del mercado, más allá de que no se comercialice en EEUU. -Ante lo cual la descerebrada dijo: Nosotros, premium producto un, podemos que satisfaga de superior demandas calidad hacerlo EEUU mercado del y tenemos porque podemos los EEUU marca derechos de la. -O algo así. (Fue muy gracioso ver como también tuvo la necesidad de preguntarle TRES VECES a la muchachita, acerca de si tenían pensado lanzar el producto en otras partes de EEUU o de el mundo, para que la chica, que no está preparada no para una entrevista, ni siquiera parece estar preparada para ir al baño si no se lo ordenan, dijera siiii bueeeeno, hay algo preparado pero por ahoooora la idea es concentrarse en la Florida, si bien se tienen en cuenta otras ciudades --CUALES CIUDADES POR EJEMPLO-- Dijo Gabriela por tercera vez ante la cual la chica dijo tres ciudades más e intentó recalcar que la idea es concentrar el lanzamiento acá (o sea allá) en Florida pero Gabrielita la interrumpió bruscamente y le dijo, SI ESO YA LO DIJISTE; GRACIAS y dio por concluida la entrevista) Hacía rato no me divertía tanto.
Mucho hay en Internet sobre el diferendo Bacardí - Pernod Ricart. Y el asunto parece ser simple pero tiene sus matices interesantes, sobre todo en estos días que mucho se habla de transición y de eras post Castro. Bacardí se arroja el derecho sobre la marca basada en ellos tenían acciones y actualmente parecen ser los accionistas principales (sino nuevos dueños) de la firma llamada un principio (y desaparecida de la faz de la tierra en 1960) José Arechabala, S.A. (fundadores de la marca Havana Club, que fue nacionalizada en 1960 por el estado cubano), disuelven esta sociedad (o sea, disuelven lo ya disuelto, no se químicamente como se explica esto) y crean la José Arechabala International Limited, donde la familia Arechavala le "cede" a Bacardí los "derechos" de la marca. Ha habido todo un cabildeo en los 90, que si sí, que si no. Cuba directamente tenía registrada la marca en EEUU desde 1974 (cuando ya NO eran los dueños los Arechavala) y después expiró, y no se puede renovar por el Bloqueo... en fin. Finalmente, Helms Burton mediante, Bacardí se salió con la suya.

Ahora, tengo dos interrogantes-moralejas de esta historieta:
Me pregunto,(Igual que Gabriela Frías) ¿para qué carajo Bacardí que es la Compañía líder a nivel mundial en Ron y licores (la firma creo que se llama Bacardi-Martini, les suena?) saca un Producto que ya circula con la misma denominación? y me doy cuenta que la pregunta es retórica, que comercialmente no tiene sentido, no pro
ducirá ningún beneficio. Si Bacardí necesitaba un producto Premium y no le bastaba con su propia marca podía perfectamente crear una nueva y san se acabó. Introducir una marca nueva es más barato y más fácil que intentar desplazar a una que está posicionada paralelamente y con igual denominación. Me pregunto y habrán algunos como la tontita esa que sólo sabrán balbucear y proferir improperios.
Me pregunto además, si amparada en la Helms Burton, EEUU ha sido capaz de conceder los derechos de una marca (propiedad intangible, abstracta si las hay) de una empresa nacionalizada por el estado cubano en 1960, ¿que posición tomaría llegado el caso EEUU sobre propiedades más concretas? Me pregunto y temo por Cuba una respuesta.


No suelo tomar mucho desde que emigré, y en la ciudad donde vivo el ron Havana Club (el original, el verdadero, el cubano) cuesta el doble que el Bacardí. El ron Bacardí es un buen producto, para mí que no soy de ninguna manera un especialista, y reconozco que lo he comprado en varias ocasiones, por la cuestión económica obviamente. Pero hoy he pensado que hay decisiones que van más allá de la economía, y que uno debe actuar (siempre, o siempre que se pueda) signado por principios y no por monedas, así que he decidido no comprar más ron Bacardí y resignar mi afición casi patológica por el Martini seco en el cono esbelto y la aceituna borracha que se resbala y resbala.