In memoriam


BOBBY FISCHER; 1943 - 2008

AJEDREZ

I

En su grave rincón, los jugadores
Rigen las lentas piezas. El tablero
Los demora hasta el alba en su severo
Ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
Las formas: torre homérica, ligero
Caballo, armada reina, rey postrero,

Oblicuo alfil y peones agresores.


Cuando los jugadores se hayan ido
Cuando el tiempo los haya consumido,

Ciertamente no habrá cesado el rito.


En el oriente se encendió esta guerra

Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra,

Como el otro, este juego es infinito.


II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada

Reina, torre directa y peón ladino

Sobre lo negro y blanco del camino

Buscan y libran su batalla armada.


No saben que la mano señalada

Del jugador gobierna su destino,

No saben que un rigor adamantino

Sujeta su albedrío y su jornada.


También el jugador es prisionero

(La sentencia es de Omar) de otro tablero (1)

De negras noches y de blancos días.


Dios mueve al jugador y éste, la pieza.

¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza

De polvo y tiempo y sueño y agonía?


Jorge Luis Borges


(1) La vida es un tablero de ajedrez, donde el Hado
nos mueve cual peones, dando mates con penas,

en cuanto termina el juego, nos saca del tablero

y nos arroja a todos al cajón de la Nada.

Omar Khayyam




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Una pelicula...

Un joven que se quiere suicidar tirándose de un puente, y un drogadicto que lo convence de que no lo haga, con el argumento de que le iba a dar unas pastillas para que la muerte fuera indolora, a cambio de su reloj.

Hacen el trueque y el drogadicto le pide estar presente desde que el tome las pastillas hasta que muera, la excusa es que nunca ha visto a nadie morir. A regañadientes, acepta y cuando siente los primeros retorcijones, se arrepiente y se asusta, y le pide al drogadicto que lo lleve a un hospital. En el hospital, con el médico delante y el frasco de pastillas en la mano, el suicida descubre que las pastillas eran vitaminas.

Este es el comienzo de una película que he visto hace años en Cuba, que quisiera volver a ver y no recuerdo ni su título, ni los actores...

En mi memoria tengo agujeros por un lado y mezclas por el otro. En la medida que pasa el tiempo, me cuesta más distinguir si un momento, o una sensación la he experimentado en La Habana o en Buenos Aires. Incluso por momentos olvido sustantivos, adjetivos y hasta verbos. Hoy he escuchado la palabra pajuato y una ráfaga de recuerdos me atravesaron en un instante.