Me acompaña Pedro Luis y el bendito burro cervecero. Hace tiempo que no escribo y esto mas que un experimento es un SOS, un intento más, un respiro entrecortado.
Y es que la nostalgia es grande, sucia y húmeda como La Habana. Y de pensar el pecho se te vuelve un guiñapo y la cabeza una maraca agujereada por cuyo rostro a veces lagrima arena.
Aca esta... veremos que pasa... Esta es la vida... y el principio del universo.
3 comentarios:
Por mas que pasa el tiempo la nostalgia retumba en nuestras maracas cubanas, pero no te sientas solo, somos muchos en el Rio de la Plata.
Mucha suerte con tu blog y estaremos una y otra vez por este bar.
dsdgs
Me lo he pensado mucho antes de contestar este post, aunque lo he leído varias veces. ánimo!
No estas sólo... Y no hablo de geografias. A tu salud este café que me acompaña.
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